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Palabras en ocasión de la celebración de la Semana del Mérito en INTEC, en su edición 2023


Nos convoca y celebramos con gusto y con agrado esta segunda actividad de la Semana del Mérito, que desde que inició hace ya unos años del INTEC, en el Rectorado del Dr. Miguel Escala, ha logrado inscribirse como una nueva tradición del INTEC. Recordando como celebramos el año pasado el primer cincuentenario del INTEC, con el lema: “Un legado que inspira y nos mueve al futuro”, iniciamos esta Semana del Mérito el pasado lunes con el reconocimiento de un nutrido y variado grupo de profesores y profesoras y de colaboradores, por su permanencia en nuestra universidad por 10, 20, 30 y 40 años. Ahí tuvimos la oportunidad de compartir con profesores reconocidos por sus pares -tuvimos entre los reconocidos a un maestro de la medicina, declarado así por sus colegas- y por decenas de egresados. Reconocimos también a colabores administrativos a todo nivel, incluyendo de mantenimiento, de servicios generales, de archivo, de registro, de modo que representaban toda la diversidad de la comunidad del INTEC.

Hoy, queremos reconocer colaboradores individuales y a equipos permanentes y temporales de trabajo. Como dije en la actividad del pasado lunes, en INTEC reconocer es una tarea fácil por un lado y difícil por el otro, lo que me hace recordar a Jorge Luis Borges, genio literario argentino, latinoamericano y del mundo, quien dijo: “habría que inventar un juego en el que nadie ganara”.  

Reconocer en INTEC es una tarea fácil, porque son tantos los que día a día entregan su esfuerzo y compromiso por hacer de nuestra institución una mejor, que hay mucho de donde escoger. Históricamente, recordaba el lunes, que quienes preparaban la memoria del INTEC, nos han hecho consciente de que, a lo largo de 50 años, acumulamos unos 7 mil colaboradores, aproximadamente, quienes a lo largo del tiempo han aportado al INTEC; por supuesto, no todos permanecen, como los 4 profesores que el lunes reconocimos por sus 40 años, o que cada año reconocemos por su antigüedad y permanencia, pero entre esos  7 mil de seguro que son muchos los que hemos reconocido y hay otros tantos a los que sería fácil reconocer.

Pero es una tarea difícil, precisamente, porque cuando llegamos al momento de reconocimientos formales, uno quiere hacerlo muy bien por el temor de excluir a otros, porque hay tantos ganadores y ganadoras que no es sencillo hacer la selección de unos cuantos, entre tantos que son meritorios, como la mayoría de los que nos acompañan esta noche.

Y por eso, siguiendo esa idea de Borges, yo diría que esta noche, con este acto, ganamos todos. Primero, porque honrar honra. Y también porque, al reconocer, tal como dice la palabra, nos conocemos de nuevo, todos, en los que van a ser formalmente reconocidos.  De modo que, por extensión, estos reconocimientos nos lleguen a todos, en nuestra condición de intecianos.

He dicho intecianos y aquí hay un dato curioso. Hay dos gentilicios naturales entre las universidades dominicanas: Uasdianos e Intecianos, algo que no se extiende, en general, a las demás universidades. Y creo que eso dice algo que nos debería llevar a un minuto de reflexión en medio de esta celebración.

¿Qué es ser intecianos? Hay un artículo de la profesora Margarita Rodríguez: “La cultura del INTEC”, publicado en 1998 en Ciencia Y Sociedad, que invito a todos a que lo leamos; en estos dos años y meses como Rector, y antes también, les confieso que lo he leído y releído más de una vez. En ese escrito Margarita refiere a un artículo de los Estatutos del INTEC, el artículo 40, hoy numerado como 46, que habla del alto sentido de pertenencia y de compromiso de los intecianos, denominación que es casi una nacionalidad. Cito ese artículo: “En el cumplimiento de sus funciones, todo miembro de la Comunidad Inteciana debe demostrar competencia, diligencia, honestidad y apego a las normas y valores que sustentan el quehacer institucional”. Y después de hacer esa cita Margarita intenta resumir lo que es su percepción particular sobre algunos elementos que ella considera son característicos del INTEC, y me permito leerlos, Ella dice que es característico del INTEC:

  • Nace como una respuesta a una necesidad, por tanto, es pertinente.
  • Es una academia que busca la excelencia, por tanto, es rigurosa.
  • No compromete sus valores, por tanto, es íntegro.
  • Protege el patrimonio de las generaciones futuras, por tanto, es de todos.
  • Está formado por un valioso grupo de personas, porque es una comunidad única y especial.
  • Se ha forjado entre graves limitaciones financieras, porque es austero, algo que no debemos olvidar.
  • Evalúa y reflexiona sobre su quehacer continuamente...por tanto evoluciona hacia el futuro.

Y ella cita que un rector del INTEC recibió el comentario de otro rector, de otra universidad, que curiosamente era el padre de Margarita, el siempre bien recordado doctor Leonel Rodríguez Rib, quien decía:  

"En INTEC tienen la particularidad de que no solo dicen lo que piensan, sino que se lo creen firmemente".

Creo que esta debería ser una frase que nos caracterizara, en este primer año de los próximos 50 años del INTEC, como hemos denominado este año, porque estamos mirando al futuro. De manera, que esos valores que menciona Margarita, esa definición estatutaria de lo que es el compromiso del inteciano, nosotros lo asumiéramos como parte de un legado que inspira y nos mueve al futuro, y como nos mueve al futuro, mirando a los próximos 50 años del INTEC.

Ese es el mensaje que deseo enviar, qué es ser inteciano, que busquemos en los documentos, en los Estatutos, en los relatos y en las historias, pero sobre busquemos todo en nosotros mismos ¿qué es? Y eso es lo que nos engrandece y nos hace merecedores, no solo del reconocimiento que algunos recibirán formalmente, sino el re-conocimiento como intecianos que nos engrandece a todos.

Celebremos esta Semana del Mérito con la misma alegría y el entusiasmo que lo hará cada uno de los que serán reconocidos.

Celebrémosla como es la colmena que es el INTEC: un juego el que todos ganamos.

Celebrémosla, ya como parte de un legado que inspira y nos mueve al futuro.

Celebrémosla como parte del primero de nuestros próximos 50 años, que serán más exitosos y más fructíferos.

Y, sobre todo, celebrémosla como buenos intecianos creyéndonos en los que creemos firmemente. Eso es lo que nos hace grandes y potentes para avanzar como la primera universidad de la República Dominicana en estos próximos 50 años. Y si alguien tiene alguna duda, vuelva a ver los resultados del Ranking Mundial QS en la última evaluación de las Universidades de América Latina.

Muchas gracias.