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Palabras en Aniversario 42° del INTEC



Apreciadas amigas, apreciados amigos
Pasados Rectores,
Miembros de la Junta de Regentes, Directivos,
Profesoras y profesores, estudiantes, todas y todos,

Hace algún tiempo, en la ciudad de Santo Domingo, nació una criatura a la que sus padres pusieron el nombre de INTEC. Como todo recién nacido, en ese momento el INTEC era una figura pequeña y frágil, en medio de un mundo convulsionado por la guerra fría, en un país que casi se desangraba por la violencia política y en una economía que se debatía entre la nueva industria y la vieja agricultura. Pero el pequeño INTEC empezó a caminar con pasos firmes, animado por su vocación de excelencia, y poco a poco fue haciéndose sentir como un símbolo de calidad en la educación superior dominicana.

El resto de la historia es materia que ustedes conocen. Por 42 años, nuestra institución ha sido un faro de luz y su contribución a nuestra sociedad está fuera de duda razonable. Por eso, como cada año, este un momento de placer en que nos reunimos con espíritu de familia, para pasar balance a nuestra historia y visualizar nuestro futuro. Les pido que pasen un buen momento, que disfruten del desayuno y que no abusen de los refrescos. De mi parte, asumo también este momento como una oportunidad para referirme brevemente a los ámbitos más relevantes de los últimos meses.

Quiero comenzar destacando los avances en el proceso de acreditación que se contempla en el Plan Estratégico Institucional. Les recuerdo que el plan de acreditación en marcha cubre tres programas del área de Ingeniería, todos los programas de grado y varios programas del área de negocios, y el programa de Medicina del área de Salud. En cada uno de los casos, el proceso se está desarrollando con entusiasmo y con un sentido de urgencia que no puedo dejar de destacar. La intención es que la acreditación sea un mecanismo para aseguramiento de la calidad a la luz de estándares internacionales. Eso ha llevado desde ya a la mejora de algunos procesos y a la adopción de nuevos instrumentos para la medición de resultados del proceso de aprendizaje y enseñanza, lo que a su vez ha permitido constatar fehacientemente, a través de datos concretos, el excepcional desempeño de los estudiantes y egresados de INTEC en comparación con los promedios nacionales y regionales.

Por otra parte, en este año ha tomado forma el Plan Maestro de Infraestructura, que hace un año solo estaba en nuestra imaginación. El edificio de Ciencias de la Salud ha dejado de ser una maqueta y de aquí a poco habremos concluido su parte estructural; en cuanto al edificio de Postgrado, se ha concluido exitosamente el proceso de licitación y estamos listos para iniciar la construcción en los próximos días; y se está avanzando en el diseño del nuevo edificio de Ingenierías. Con esas instalaciones, la institución duplicará sus capacidades en términos de aulas y espacios de laboratorios. Por supuesto, esto demandará inversiones para el equipamiento de las nuevas edificaciones, y estamos en proceso de generar los recursos necesarios a través de distintas vías, en lo que estamos trabajando arduamente. En ese aspecto, quiero dar créditos a la generosidad de varias empresas que han estado apoyando nuestro plan maestro, como reconocimiento a lo que intec significa para la educación superior en RD.

Este año han avanzado las comunidades de práctica, que todavía son una iniciativa incipiente, pero que estoy seguro se consolidarán como espacio de trabajo colaborativo entre nuestros profesores. La meta es que ningún profesor y ninguna profesora de INTEC sea un ave de paso, sino parte activa de la comunidad académica real. A la vez, estamos desarrollando nuevas formas de atención y aprovechamiento de nuestros egresados, quienes son un activo vital para la fortaleza de nuestro quehacer. En materia de investigación, estamos teniendo un periodo de alta productividad, con un cuerpo de investigadores comprometidos, que están generando resultados tangibles e intangibles. En materia administrativa, destaco la conclusión de la primera auditoria de nómina realizada en la institución, para poder dar fe de un sano uso de los recursos que la sociedad pone bajo nuestro cuidado. Me complace decir que los resultados de la auditoria confirman una gestión saludable, y que las oportunidades de mejora han sido están siendo o han sido ya incorporadas.


Pero en una institución como INTEC, lo logrado es punto de partida para metas aún más ambiciosas, de modo que tenemos por delante una agenda llena de nuevos retos para cumplir lo establecido en nuestro Plan Estratégico Institucional 2013-2017. Un paso casi inmediato es la adecuación de la estructura a las necesidades del Plan, y en tal sentido, se ha designado una comisión ad hoc, presidida por la rectora Altagracia Lopez, con la tarea de analizar técnicamente la estructura actual y presentar a la Rectoria una propuesta de adecuación. Posteriormente, se iniciará un proceso de revisión curricular de largo alcance, para adecuar nuestro curriculum a las condiciones actuales.

Otro reto especialmente importante es la expansión de nuestra matricula en correspondencia con las nuevas capacidades físicas, sin que eso implique una baja en la calidad de nuestros estudiantes. Eso hace necesario mejorar significativamente nuestros procesos de captación de nuevos estudiantes y de retención de los estudiantes que hayan ingresado a la institución. A la vez, eso nos obliga a desarrollar una cultura de atención al estudiante que, para decir las cosas como son, muchos de nosotros no hemos desarrollado todavía. Y, por último, eso conlleva la necesidad de contribuir cada vez más con el desarrollo, personal y profesional, de nuestros profesores y profesoras, investigadores e investigadoras, que son una columna vertebral de nuestra misión y un motivo de orgullo para la institución.

Para finalizar, quiero hacer un breve aparte en este momento de celebración para referirme a la partida reciente de varios miembros de nuestra comunidad. Sabemos que el binomio de nacimiento y muerte es una regla de la naturaleza a la que no podemos escapar. Sin embargo, la reciente partida de varios contribuidores, profesores o pasados profesores, varios de ellos en la flor de la juventud, ha sido un manotazo duro, un empujón brutal que ha hecho tambalear nuestra fortaleza. Personalmente, he tomado cada caso como un recordatorio de la necesidad de contribuir con todas nuestras fuerzas, mientras tengamos la oportunidad de hacerlo. Es por eso que en este día de aniversario, tan especial para los intecianos, rindo tributo a nuestros compañeros y compañeras que nos han dejado en este año, deseando de todo corazón que su tránsito por el INTEC sea fuente de inspiración para todos nosotros. Y en honor a ellos, solicito de ustedes un momento de silencio.

Muchas gracias.